Un ataque de ansiedad no representa ningún peligro para la salud
Seguramente una de tus mayores preocupaciones durante un ataque de ansiedad es la creencia de que te vas a morir o te vas a volver loco. ¿Verdad? Nada más lejos que la realidad. Un ataque de ansiedad se manifiesta a través de una amplia variedad de síntomas (tanto físicos como psicológicos), sin embargo no tienen ningún impacto real sobre nuestra salud y, por supuesto, nuestras creencias de que nos vamos a morir o volvernos locos no se cumplirán.
Es importante entender que los ataques de ansiedad son, simplemente, una reacción de nuestra mente ante un supuesto peligro, de forma que estamos hablando de un instinto de supervivencia que tiene una función positiva. Sin embargo, el problema es que son muchas las personas que asocian incorrectamente situaciones que no son peligrosas, desencadenando en un ataque de ansiedad.
Terapia de respiración durante un ataque de ansiedad
A través de la respiración podemos reducir drásticamente la intensidad de los síntomas que aparecen durante un ataque de ansiedad. Para ello practicaremos la respiración diafragmática, es decir, utilizando el diafragma. Inhalaremos aire por la nariz durante varios segundos, seguidamente aguantaremos sin exhalar para acabar expulsando por la boca, siendo este un proceso que debe durar más tiempo que el de inhalar. Es recomendable poner nuestra mano sobre el viente para notar mejor la respiración. Se trata de una técnica que no solamente podemos usar durante un ataque de ansiedad, sino que también nos será de gran ayuda cuando tenemos ansiedad o nos sentimos estresados.
Aprender que la situación no entraña el peligro que tememos
Un ataque de ansiedad es una oportunidad perfecta para reprogramar nuestra mente, es decir, tomar conciencia de aquello que tanto tememos no representa ningún peligro para nuestra salud. Por ejemplo, si desarrollamos un ataque de ansiedad cuando conducimos, podremos ir viendo que pasados unos segundos aquello que veíamos que era tan peligroso, deja de serlo. Es importante entender que nuestros miedos o temores no corresponden con la realidad. A grandes rasgos, podemos afirmar que los síntomas del ataque se intensifican cuando creemos que corremos peligro ante una exposición o situación, pero una vez que comprobamos que estamos a salvo, notaremos como la intensidad de los síntomas irán descendiendo hasta desaparecer por completo.
Acudir a un especialista
Finalmente, no debemos descartar la ayuda psicológica como otra de las alternativas que tenemos a nuestra disposición. Gracias a la ayuda de un psicólogo, no solamente podremos hallar el origen del problema que hacen posible los ataques de ansiedad, sino que también hay que decir que los profesionales nos darán una serie de herramientas y recursos personalizados para que podamos superar el problema.
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